En la entrada anterior del blog descubríamos
por qué hay que podar el endrino: es una forma de dirigir la fuerza del árbol
para que se concentre en la producción de frutos y no en el crecimiento de
hojas y ramas. También que, si lo hacemos correctamente, todos los años
tendremos endrinas… si el clima lo permite, claro.
Hoy pasaremos al terreno práctico: ¿cómo
podar el endrino? Para hacer una buena poda tenemos que eliminar sólo las
partes del árbol o arbusto que no nos interesa que crezcan:
Chupones. Llamamos chupones a las ramas
que salen con una orientación vertical y con mucho vigor. Son ramas de
crecimiento muy rápido (la savia llega muy rápidamente) y que van a generar
muchas hojas y ningún fruto. Si los eliminamos toda esa savia irá a las ramas
productoras de frutos.
Vástagos. Los vástagos son ramas que salen
de las raíces, algo muy habitual en los endrinos. Esas ramas crecen tan rápido
como los chupones y no dan frutos por lo que es necesario eliminarlas desde el
punto en que brotan.
Ramificaciones que cruzan el árbol. Las
ramas que cruzan hacia el otro lado del árbol hacen que éste sea intrincado e
impiden la entrada del sol; al eliminarlas limpiamos la copa, permitimos la
entrada de luz y concentramos los frutos y el crecimiento del árbol en las
ramas bien orientadas.
Ramas largas. Las ramas muy largas
conviene terciarlas (eliminar la tercera parte desde la punta) ya que en esa
parte no va a producir endrinas y sin embargo van a brotar muchas hojas ya que
es la parte de la rama que continuará creciendo. Terciándolas cortamos paramos
el crecimiento, y en la rama que dejamos brotarán pocas hojas para después ramificar
de nuevo, pero una vez que el fruto haya cuajado.
Ramas viejas. Las ramas muy envejecidas
las cortaremos dejando una ramificación más joven. Esto es importante para ir
rejuveneciendo el árbol, sobre todo en el endrino que lignifica mucho con los años
produciendo ramas muy rígidas que se partirán con el viento.
Si podamos así el endrino tendremos una
copa despejada, sin zonas de crecimiento rápido y con las flores muy
concentradas y bien surtidas de savia.
Todo esto lo tenemos que hacer al final del
invierno pero durante el año también podemos ayudar al crecimiento de nuestro
endrino practicando la poda en verde. Este tipo de poda se realiza durante el
periodo de crecimiento vegetativo del árbol, esto es cuando están creciendo sus
ramas. Cuando detectemos ramas que están creciendo como chupones podemos parar
su desarrollo pinzándolas: cortando la yema apical, la de la punta, de forma
que la rama ya no continuará alargándose. Esto es mejor que eliminarla en este
caso ya que si la elimináramos con las hojas ya brotadas quitaríamos savia del
árbol y también hojas maduras con su capacidad de fotosíntesis. Mantendremos
pues toda la energía del árbol sin debilitarlo y sólo pararemos el crecimiento
para eliminar el chupón el año próximo antes de la floración.
Otra idea sería cambiar el momento de la
poda. Puede ocurrir que tengamos el endrino en el jardín y queramos disfrutar
de su mejor momento: la floración. En ese caso podemos retrasar la poda hasta
después de la floración para disfrutar de todas sus ramas blancas, llenas de
flores. Y justo cuando las flores comiencen a amarillear, ajarse y caer
podaremos el endrino eliminando chupones, ramas viejas y cruzadas, y
terciaremos las ramas largas. Habremos perdido algo de energía del árbol al
retirar savia de las ramas que tenían flores pero a la vez estaremos evitando
el brotado de muchas hojas por lo que
aumentaremos la posibilidad de que en las ramas que dejamos cuajen los frutos.
Cuando nos pongamos a podar nos van a
entrar muchas dudas: ¿quito también esta rama? ¿o estaré quitando demasiadas? ¿no
será malo terciar estas ramas largas? MI consejo: tranquilos, que no pasa nada
por quitar una rama de más y es bueno incluso terciar todas. El endrino es un
arbusto muy duro, que crece poco en el campo por la falta de abono, cuidados y,
sobre todo, porque el ganado se come los brotes tiernos… pero que cuando crece
en nuestro jardín bien regado, abonado y cuidado se convierte en un arbusto
muy, muy vigoroso que brotará cada año con más energía creciendo mucho si no lo
controlamos. Y la poda anual, además de
mejorar su producción de endrinas, controlará el crecimiento del arbusto para
que tenga, además, la forma que queramos.