Han pasado bastantes años, pero todavía recuerdo el día que acompañé a mi amigo Miguel para llevar una muestra del vino que había hecho en su casa a Rosana, la enóloga de su pueblo. La experta llevó brevemente su copa a la nariz y, de forma inmediata, afirmó: Has fermentado el vino en una garrafa de plástico , ¿verdad?
¿Cómo lo sabes?, verbalizó Miguel la pregunta que, también de forma inmediata, los dos nos hicimos, mientras volvíamos a oler nuestra copa de vino. Y entonces sí, guiados o, quizás, sugestionados por Rosana, conseguimos apreciar un fondo de aroma de plástico en el vino. La producción de alcohol durante la fermentación, nos explicaba, unida a la acidez del vino, hace que éste disuelva algunos componentes del plástico estropeando su aroma.
Estos días lo recuerdo porque leo casi a diario artículos en los que vuelven a hablar de los microplásticos que consumimos bebiendo agua de botellas de plástico, de la cantidad de microplásticos que acumulamos en el cerebro, de los que hay en ríos y mares, de bisfenoles que migran a los líquidos y alimentos desde los envases plásticos que los contienen… Y pienso que quizás la idea de fermentar vino en garrafas de plástico no sólo era una mala idea por el aroma que aportan al vino, sino que ese aroma era en realidad la punta del iceberg de los micro plásticos y bisfenoles que estábamos consumiendo con cada copa de nuestro vino casero.
Claro, la pregunta que me hago ahora es fácil estando dentro de este blog: ¿y qué ocurre si en lugar de fermentar vino es mi pacharán casero el que preparo en una garrafa de plástico? Es algo de lo más habitual: compramos el anisado en una garrafa de plástico y la usamos para la maceración del pacharán. Pero si nos fijamos bien, salvo la producción del alcohol por fermentación del mosto, el resultado final en nuestra garrafa del pacharán será similar a la del vino: alcohol (en mayor concentración que en el vino) y acidez durante 3 meses en una garrafa de plástico. Alcohol, que todos sabemos que tiene propiedades disolventes. Acidez, que potencia esas propiedades. Si ya muchos expertos recomiendan no beber agua envasada en plástico, imaginaros qué opinarán del pacharán casero elaborado en garrafas de plástico.
Pero entonces, ¿qué ocurre con los licores y aguardientes comercializados en garrafas? Pues más de lo mismo: microplásticos, bisfenoles… Quizás en este caso, en lugar de recomendar como en el caso del agua consumirla en botellas de vidrio, alguien debería darse cuenta de la barbaridad de poner alcohol en plástico y prohibirlo. De esta forma, de paso, por fin acabaríamos también con el relleno de botellas y frascas en bares y restaurantes.
Y, entonces, te puedes preguntar: ¿yo no debería comprar anisado en garrafas de plástico para hacer pacharán casero? Claro que no: te recomendamos hacerlo a partir de anís en botella de vidrio. Lee nuestra receta y este año haz tu propio anisado.