Pacharán BAINES: viviendo del pasado

Parece que hoy en la cena con la cuadrilla todos queremos esquivar los asuntos de actualidad. Con Trump, las guerras, la destrucción del clima y medio ambiente, la política nacional… casi parece mejor hablar del pasado. Y, a falta de experiencias de mili, nos da por hablar de nuestros hobbies.

Enseguida nos damos cuenta de que con los hobbies también hablamos en pasado: porque las aplicaciones móviles, las plataformas de streaming, el gimnasio y los videojuegos ya no dejan tiempo para aficiones. Lo de ir a clases de pintura o guitarra, hacer maquetas o dioramas, incluso los coleccionables son cosa de otros tiempos. 

En mi caso no me suele gustar hablar de aficiones porque, también a mí, me llevan al pasado: hace bastantes años ya que dejé mi principal afición, la pesca, y lo hice precisamente, qué cosas, para huir del pasado. Cada jornada de pesca suponía enfrentarse a síntomas de vejez prematura: ya no hay tantas truchas como había antes, las cebadas que se veían hace sólo unos años en esta corriente, te asomabas a este puente y sin forzar la vista contabas media docena de truchas de buena talla… Así que decidí que la mejor forma de huir de la nostalgia era dejar la pesca y la preparación de moscas y guardarlo todo en un armario.

La llegada de los cafés me evita tener que contarlo de nuevo y pedimos pacharán. El camarero nos dice que sólo tienen Baines: estupendo, es de los de toda la vida, uno de nuestros preferidos.

Nos lo sirven a la antigua usanza: botella y copas en la bandeja, servicio en la mesa. 

Al caer el pacharán en las copas mi amigo Asier me mira levantando las cejas. Sí, yo también lo he visto: los tonos marrones dominan en este pacharán. No pasa nada: síntomas de evolución en la botella. El color, también es cierto, podía ser más intenso… de hecho, si me fío de mi memoria, antaño lo era.

El aroma me resulta alcohólico, algo agresivo. En boca mantiene esa misma sensación, resulta algo seco con una punta de acidez y leve recuerdo de almendras amargas. Al llevar la copa a la nariz de nuevo aparecen aromas alcohólicos, con un fondo de bodega. 

Coincidimos todos en nuestra apreciación: quizás hace unos años era mejor pacharán. Y no nos  faltan recuerdos asociados a buenas copas de Baines; mientras algunos empiezan a desgranarlos yo tomo otro sorbo de pacharán y pienso que sí, está claro: hay veces que se está mejor viviendo en el pasado.