¡NO COJAS TODAS LAS ENDRINAS!


Recuerdo que Carmelo me explica a menudo que cuando en un texto o correo se escribe una frase en mayúsculas es como si la estuvieras gritando. Siguiendo esta interpretación, sumada a los signos de exclamación, parecería que con este título estoy gritando una orden a los lectores pacharaneros: ¡NO COJAS TODAS LAS ENDRINAS! Pero nada más lejos de mi intención porque lo que hoy os escribo es una recomendación: no cojas todos los frutos del endrino que has encontrado.

Y os preguntaréis, ¿por qué? ¿Para dejar algunas para el siguiente pacharanero que encuentre el arbusto? Pues… no. Además, ya sé que no me harías caso con este razonamiento: los pacharaneros, como suele ocurrir con todos los recolectores de productos silvestres, somos “arrasadores” y egoístas, sólo pensamos en llevarnos todo lo que encontramos sean endrinas, setas o castañas.

Entonces, ¿para que queden para que se alimenten los pájaros y otros animales? Pues… tampoco. Como las endrinas no tienen azúcar pocos pájaros y animales se las comen como parte de su dieta ya que no les supone prácticamente ningún alimento.

¿Para que queden semillas y se siga reproduciendo el endrino? Hombre, esta ya es una razón más lógica: el endrino produce los frutos como sistema de reproducción y de los huesos de las endrinas brotarán nuevos arbustos tras el invierno. Pero no, tampoco esta es la razón.