Diario de un endrino: Julio


Durante el mes de julio los endrinos comienzan a sentir el calor y la falta de agua características del verano. Sin embargo los árboles no parecen sufrir por ello: se les ve sanos, de un profundo color verde, con las endrinas todavía verdes pero ya de un buen tamaño. Recorriendo los árboles vemos cómo algunas endrinas comienzan a dar muestras de oscurecimiento y algunas se van tintando de un suave color azulado. Podríamos pensar que ya está coloreando su piel, pero si las frotamos con dedo enseguida salimos de nuestro error: debajo de la pelusilla superficial de ligero color azulado la piel del fruto se mantiene de un intenso color verde.

Vacaciones de San Fermín



Como todos los años el día 15 de julio comienzan las revisiones de los sanfermines recién terminados: el ayuntamiento, los partidos políticos, los servicios de salud, los amigos juerguistas… todo el mundo tiene algo que contar. A mí me ocurre lo mismo porque ese día suelo regresar a Pamplona tras mis vacaciones sanfermineras y siempre hay alguien que comenta: si estás moreno, cómo se te nota que has huido de los sanfermines. ¿Qué ocurre, no te gustan? Yo siempre respondo lo mismo: claro que me gustan, pero últimamente prefiero disfrutarlos de otra manera. Porque hace tiempo que sé que nuestras fiestas no sólo se celebran en Pamplona: da igual que estés en Salou, Madrid, Barcelona...  que resulta resulta fácil encontrar un bar, hotel, barrio, sociedad en el que el 6 de julio se tira el chupinazo a las 12... Y, de la misma forma que sí estás en Pamplona puedes celebrar el chupinazo en la Plaza del Castillo, en el paseo de Sarasate o en los barrios sin necesidad de sentir la presión de la plaza del ayuntamiento, también en tu lugar de vacaciones puedes descorchar tu botella de cava mientras ves las imágenes del chupinazo de la plaza del Ayuntamiento.

Momento pacharán


Mi amiga Pilar me dice que ella tiene lo que llama su “momento pacharán”: ese rato que pasa con una copa de pacharán navarro después de la comida de amigos, un momento mágico por la transparencia de la conversación: la amistad es profunda y allí todo se conoce, éxitos, penas, alegrías, tristezas, preocupaciones… y junto a la copa de pacharán se pueden compartir sonrisas y lágrimas, alegrías y preocupaciones…
Qué bonita idea la del “momento pacharán”. Seguro que muchos tenemos ese momento y, sin embargo, para cada uno tiene un significado distinto.