¿Por qué mi pacharán amarga?

Recibimos esta pregunta de un lector:
“Por qué puede ser que el pacharán tras la maceración coge color, pero no sabe dulce, sino más bien amargo? ¿Puede ser perjudicial para la salud?”

La historia negra del Pacharán Zoco

La visita que hace poco realicé en Dicastillo a Bodegas Palacio de la Vega, cuna del Pacharán Zoco, no tuvo desperdicio: descubrir una finca histórica totalmente desconocida para casi todos, aprender sobre el endrino, el pacharán,… 
Y quedaron entre medio más detalles que poco a poco van volviendo a mi memoria. Como la pregunta que uno de los asistentes realizó durante la cata, sorprendido porque en la degustación apreciaba el pacharán Zoco más de lo que su cabeza le decía que tenía que gustarle. Por eso no puede evitar la pregunta, ¿por qué Zoco tiene mala fama? Y, con cara de pesar, nuestro guía nos explica la historia “negra” de la marca.

¿Por qué se congela el pacharán?




Nos llega al blog esta pregunta y nos parece muy adecuada por dos razones. Primero, porque una forma estupenda de tomar el pacharán es muy, muy frío: al enfriarse adquiere mayor densidad y adquiere una cremosidad que resulta muy agradable en el paladar. Es evidente que la mejor forma de tomarlo así, muy, muy frío, es tener la botella en el congelador.

Visitando bodegas de pacharán: Palacio de la Vega


El turismo enológico siempre se relaciona con la visita a bodegas de vino, algo nada sorprendente dado el significado de enológico. Sin embargo sí que puede sorprendernos encontrar en Navarra la oferta de visita de bodegas elaboradoras de pacharán. Es lo que me ocurre cuando en la la oficina de turismo de Tierra Estella  me explican que hay dos bodegas de pacharán que ofertan visitas: Bodega Azanza en Abárzuza y Bodegas Palacio de la Vega en Dicastillo. Me inclino por visitar esta última porque, según me dicen, se encuentra instalada en la finca de un Palacio del siglo XIX: nada mejor que aunar tradición e historia, pienso.