La razón la encontramos en el inicio del
desarrollo del fruto. El endrino, como todos los árboles del género prunus
(almendros, melocotoneros, ciruelos…) florecen al final del invierno, antes de
que broten las hojas. Una vez que han polinizado las flores éstas se caen y el
pequeño fruto comienza a crecer. Este momento es el más delicado en el desarrollo
del fruto: tiene una gran fragilidad y una helada o un viento muy frío lo
dañará haciendo que se hiele. Y si la helada es intensa hará que todos los
frutos del arbusto se congelen y caigan después al suelo. Dado que las heladas
suelen darse en zonas muy localizadas es fácil comprender que el año que hay
una helada intensa en un valle concreto ninguna endrina encontraremos allí en
el otoño.
Mostrando entradas con la etiqueta Invierno. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Invierno. Mostrar todas las entradas
Las endrinas y las heladas
El pacharán y los Reyes Magos
Las navidades nos traen recuerdos a todos: el árbol de Navidad, el pavo, los turrones. Los recuerdos pueden llegar a rivalizar entre sí: los Reyes Magos, el señor Noël, el Olentzero…
Dentro de esta rivalidad en mi infancia siempre ganaron los Reyes Magos. De niño me fastidiaba que llegaran tan tarde, al final de las Navidades, pero eso nunca supuso una merma en mi cariño. Quizás porque la ilusión tenía muchos días para crecer. Tanto crecía que la noche del día 5 era imposible dormir: qué me traerán, a ver si los oigo cuando lleguen...
Pacharán y navidad
Las navidades nos traen recuerdos a todos: el árbol de Navidad, el pavo, los turrones. Los recuerdos pueden llegar a rivalizar entre sí: los Reyes Magos, el señor Noël, el Olentzero…
Pacharán y catarro
Entonces recuerdo que hace sólo dos semanas era yo quien estaba acatarrado. Tanto que notaba continuamente una fuerte presión en la cabeza, los oidos taponados me obligaban a oir todo con un fondo de olas como si escuchara a través de una caracola y tenía la nariz totalmente atrofiada: casi no podía ni respirar y hasta yo notaba esa voz gangosa que tan divertida resulta a veces cuando se la escuchamos a los demás.
Sol de invierno
Aunque todavía es invierno me estoy tomando mi copa de pacharán navarro en la terraza, a primera hora de la tarde, aprovechando este día tan soleado.
Sentado en la terraza disfruto exponiendo mi cara al sol, como si lo mirara con los ojos cerrados. Noto su caricia en la cara y una ligera sensación cálida en el cuerpo, transmitida por la ropa de abrigo que llevo puesta. Disfruto también el sopor, esa agradable sensación de somnolencia que sólo el sol de invierno es capaz de conseguir manteniéndome en una duermevela en la que nunca pierdo la consciencia.
Esperando la nieve
Como todas las mañanas llego muy temprano a la entrada del túnel del Perdón. Veo en la zona de aparcamiento un camión quitanieves parado, esperando. Había olvidado que hoy también anuncian riesgo de nevada y piden precaución en las carreteras. El frío no lo había olvidado, imposible olvidarlo con el abrigo puesto dentro del coche.
Enero
Esta noche de enero de nuevo disfruto de mi momento pacharán: sentado en el sillón escucho música dando sorbos de mi copa de pacharán navarro.
Por alguna razón siempre el primer mes del año se nos hacen las cosas más cuesta arriba, o al menos eso tendemos a decir.
Suerte
He comido el menú en el restaurante habitual; no dan copas en la mesa para agilizar y doblar mesas así que me estoy tomando mi copa de pacharán en la barra del bar. Doy un sorbo de pacharán mientras veo en la televisión las imágenes de la noticia del día. Es una noticia nueva pero las imágenes podrían ser de archivo: el gordo de la lotería de Navidad ha caído en un pequeño pueblo de Huesca y los afortunados gritan, cantan, bailan y beben cava.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)