La canción del pacharán



Terminando la comida de celebración el ambiente está muy distendido. Eso siempre significa voces más altas de lo necesario, risas como para que en la calle se enteren de lo bien que nos lo pasamos… Y cuando llegan las copas se comienzan a escuchar las primeras canciones.
Hoy presto especial atención a quien se levanta con la copa de pacharán navarro en la mano porque dice que va a cantar la canción del pacharán. Y entona el estribillo “pacharán más de mil años, muchos más…” A partir de ahí las risas siguen en aumento de forma que la canción deja de escucharse, bien porque el cantante ha callado o porque  queda tapada por las voces y risas… de forma que sólo he podido escuchar el pegadizo estribillo.

Tostada de foie con cebolla glaseada al pacharán



Hay quien piensa que proponer una receta para un pincho en el que utilicemos pacharán es arriesgado pero llevo tiempo haciendo éste que, además de fotogénico y sabroso, es bastante sencillo de preparar.

¿Escampará?



Disfruto los últimos sorbos de mi copa en mi momento pacharán, escuchando música mientras recuerdo cosas del día.
Esta tarde llegaba a casa a mi hora habitual. Venía pensando en la conversación que acababa de tener con dos compañeros de trabajo. Es fácil recordarla: se parece tanto a las que últimamente mantenemos con la familia, con los amigos. Conversaciones que hablan de cierres, despidos, prima de riesgo, crisis, todas ellas sin final porque cuanto más se habla peor es la situación que se describe. Un pozo sin fondo.

Pacharán y catarro


Ojeo titulares en el periódico del bar mientras tomo mi pacharán a pequeños sorbos, como a mí me gusta. A mi lado escucho un fuerte estornudo: mi compañero de barra lleva un trancazo tremendo.
Entonces recuerdo que hace sólo dos semanas era yo quien estaba acatarrado. Tanto que notaba continuamente una fuerte presión en la cabeza, los oidos taponados me obligaban a oir todo con un fondo de olas como si escuchara a través de una caracola y tenía la nariz totalmente atrofiada: casi no podía ni respirar y hasta yo notaba esa voz gangosa que tan divertida resulta a veces cuando se la escuchamos a los demás.

Peineta



Cada vez echan más tarde los partidos de fútbol en la televisión. Hace unos años podías verlos merendando con la cuadrilla. Más tarde coincidían con la cena. Pero hoy en día puedes verlos tranquilamente después de cenar, tomando una copa de pacharán navarro. Aunque también es cierto que hay días que puedes ver uno merendando, continuar con otro durante la cena y terminar la noche viendo otro tomando una copa.

El color del otoño: el color del pacharán

Estoy pasando el primer fin de semana de noviembre en la casa familiar del pueblo. Últimamente venimos menos; lo de siempre: que nos hacemos mayores, que los mayores se han hecho viejos, demasiadas ocupaciones…
Estos días de otoño se hacen muy cortos: con el cambio de hora el día dura muy poco y a las seis ya casi es de noche. Pero el pueblo también tiene sus premios: los colores rojos y tejas del otoño en los bosques, la copa de pacharán junto al fuego en la chimenea.