Cultivar endrinos en el jardín

Nos pregunta Jose Mari si es posible tener un endrino en el jardín y cómo se podría conseguir. Y es que, qué mejor planta puede tener en su jardín un buen pacharanero. Por supuesto es posible, veamos cómo conseguirlo.
En primer lugar tenemos que hacernos con una planta. Y, aunque siempre tenemos la opción de salir al campo con la azada y llevarnos a casa una planta silvestre, desecharemos la opción fácil ya que lo más probable es que la planta no soportara el trasplante. Busquemos otra opción.
¿Dónde conseguir una planta? Nos tocará preguntar en las tiendas de jardinería de la zona aunque quizás tengamos más suerte directamente en viveros. Yo he estado buscando de la forma cómoda, a través de google, y he encontrado plantas a la venta en internet en las tiendas http://www.elnougarden.com/ y http://www.planfor.es/. En ambos casos se trata de plantas jóvenes en maceta que podremos plantar en el jardín en cualquier época del año aunque siempre es mejor hacerlo al final del invierno para que broten una vez plantados.
Pero quienes conocen el blog ya saben que solemos inclinarnos por las formas más directas de conseguir las cosas. ¿Y qué mejor manera de conseguir un endrino podemos imaginar que germinar nuestro propio endrino a partir de una semilla? Para ello deberemos recoger algunas endrinas de buena calidad y tratar germinar sus huesos. Adelantemos que no es sencillo, pero precisamente por ello nuestro endrino será algo muy nuestro.
Para conseguir germinar el hueso de una endrina tenemos que hacer lo que se denomina estratificación y que consiste en quitar la dormancia de las endrinas. La dormancia es la situación de hibernación en que se encuentran y que puede provocar que tarde hasta dos años en germinar. Para acelerar el proceso hacemos la estratificación: cogemos varias endrinas y las ponemos en un táper entre algodones o papel de concina húmedos. El táper lo colocaremos en la zona más fría del frigorífico, entre 0 y 5 grados, y así las mantendremos de dos a tres meses. Es conveniente revisarlas periódicamente para mantenerlas húmedas y, también, porque es posible que alguna germine en el frigorífico y en ese caso debemos sacarla y sembrarla en un tiesto.
Después de estos meses (si hemos cogido las endrinas en octubre o noviembre será el inicio de la primavera) pondremos los huesos que no han germinado en semilleros o tiestos y varias de ellas germinarán durante la primavera. Es bueno poner bastantes huesos porque sólo unos pocos terminarán germinando. Las que germinen las dejaremos crecer y cuando tengan más de un palmo podemos ponerlas en el tiesto en el que deberían pasar dos años antes de ponerlas en tierra.
Una vez en tierra, independientemente del camino que hayamos elegido para hacernos con la planta (compra de planta o semillas), iremos dándole forma con la poda. Podemos hacer un arbusto podando las ramas largas para forzarle a ramificar desde abajo, o lo contrario: dejar las ramas altas para darle forma de frutal.
También podemos optar por dejar la planta en tiesto y tenerlo en nuestro balcón: el endrino crecerá sin ningún problema y todos los años veremos sus flores en primavera y sus frutos negros a partir de agosto.
Ahora bien, para poder ver los frutos necesitaremos que en la zona haya endrinos con los que pueda polinizarse el nuestro ya que la polinización es cruzada: el polen de un endrino tiene que llegar a otro para que haya frutos.