En
primer lugar tenemos que hacernos con una planta. Y, aunque siempre tenemos la
opción de salir al campo con la azada y llevarnos a casa una planta silvestre,
desecharemos la opción fácil ya que lo más probable es que la planta no
soportara el trasplante. Busquemos otra opción.
¿Dónde
conseguir una planta? Nos tocará preguntar en las tiendas de jardinería de la
zona aunque quizás tengamos más suerte directamente en viveros. Yo he estado
buscando de la forma cómoda, a través de google, y he encontrado plantas a la
venta en internet en las tiendas http://www.elnougarden.com/
y http://www.planfor.es/. En ambos casos
se trata de plantas jóvenes en maceta que podremos plantar en el jardín en
cualquier época del año aunque siempre es mejor hacerlo al final del invierno
para que broten una vez plantados.
Pero
quienes conocen el blog ya saben que solemos inclinarnos por las formas más
directas de conseguir las cosas. ¿Y qué mejor manera de conseguir un endrino
podemos imaginar que germinar nuestro propio endrino a partir de una semilla?
Para ello deberemos recoger algunas endrinas de buena calidad y tratar germinar
sus huesos. Adelantemos que no es sencillo, pero precisamente por ello nuestro
endrino será algo muy nuestro.
Para
conseguir germinar el hueso de una endrina tenemos que hacer lo que se denomina
estratificación y que consiste en
quitar la dormancia de las endrinas.
La dormancia es la situación de
hibernación en que se encuentran y que puede provocar que tarde hasta dos años
en germinar. Para acelerar el proceso hacemos la estratificación: cogemos varias endrinas y las ponemos en un táper
entre algodones o papel de concina húmedos. El táper lo colocaremos en la zona
más fría del frigorífico, entre 0 y 5 grados, y así las mantendremos de dos a
tres meses. Es conveniente revisarlas periódicamente para mantenerlas húmedas
y, también, porque es posible que alguna germine en el frigorífico y en ese
caso debemos sacarla y sembrarla en un tiesto.
Después
de estos meses (si hemos cogido las endrinas en octubre o noviembre será el
inicio de la primavera) pondremos los huesos que no han germinado en semilleros
o tiestos y varias de ellas germinarán durante la primavera. Es bueno poner
bastantes huesos porque sólo unos pocos terminarán germinando. Las que germinen
las dejaremos crecer y cuando tengan más de un palmo podemos ponerlas en el
tiesto en el que deberían pasar dos años antes de ponerlas en tierra.
Una
vez en tierra, independientemente del camino que hayamos elegido para hacernos
con la planta (compra de planta o semillas), iremos dándole forma con la poda.
Podemos hacer un arbusto podando las ramas largas para forzarle a ramificar
desde abajo, o lo contrario: dejar las ramas altas para darle forma de frutal.
También
podemos optar por dejar la planta en tiesto y tenerlo en nuestro balcón: el
endrino crecerá sin ningún problema y todos los años veremos sus flores en
primavera y sus frutos negros a partir de agosto.
Ahora
bien, para poder ver los frutos necesitaremos que en la zona haya endrinos con
los que pueda polinizarse el nuestro ya que la polinización es cruzada: el
polen de un endrino tiene que llegar a otro para que haya frutos.