Apoyado en la barra veo cómo el pacharán navarro cae desde la botella en mi copa. Y vuelvo a sorprenderme con su bonito color rojo cereza, lleno de brillos al chocar con el fondo de la copa.
Y mientras doy un sorbo pienso que, si hay un color que define Navarra, ése el rojo. Roja es nuestra bandera. Rojo, rojillo dicen ahora, nuestro equipo de fútbol en primera. Rojo es el pacharán de la copa que ahora acerco a mi boca. También veo rojo el vino que bebe mi compañero de barra aunque él lo haya llamado rosado. Rojos el pimiento y la chistorra. Rojo el color del otoño en nuestros bosques. Rojo el pañuelo que nos atamos en nuestras fiestas. También es roja la sangre de los navarros.
Y mientras doy un sorbo pienso que, si hay un color que define Navarra, ése el rojo. Roja es nuestra bandera. Rojo, rojillo dicen ahora, nuestro equipo de fútbol en primera. Rojo es el pacharán de la copa que ahora acerco a mi boca. También veo rojo el vino que bebe mi compañero de barra aunque él lo haya llamado rosado. Rojos el pimiento y la chistorra. Rojo el color del otoño en nuestros bosques. Rojo el pañuelo que nos atamos en nuestras fiestas. También es roja la sangre de los navarros.
Todo esto me viene a la cabeza porque acabo de leer en el periódico que Navarra sigue siendo la comunidad con mayor porcentaje de donantes. Y es que estamos orgullosos de nuestro color y sabemos compartirlo. Por eso llevamos pacharán cuando visitamos a alguien fuera de Navarra. Ponemos un pañuelo rojo a los turistas en las fiestas. Y ofrecemos nuestra sangre a quien la necesita.
El 14 de junio fue el día del donante de sangre. Pero cualquier día es bueno para donarla.