Los
pacharaneros sabemos que hay endrinas de diferente tamaño. A veces una zona
concreta tiene endrinas más gruesas que otra, o podemos encontrar también en
una misma zona arbustos con endrinas grandes entre otros arbustos con endrinas
más pequeñas. Y nos asalta la duda: cuáles serán mejores para hacer pacharán?
Por
un lado está claro que si cogemos las grandes llenaremos antes la cesta y nos
pincharemos menos. Pero de sobra sabemos que el camino fácil pocas veces
resulta ser el mejor y, en este caso, ocurre lo mismo: debemos elegir las
endrinas pequeñas para hacer nuestro pacharán. Y no me refiero a escoger las
más pequeñas de una rama sino a elegir cuando podamos los arbustos con endrinas
más bien pequeñas.
¿Por
qué son mejores? Las endrinas pequeñas van a aportarnos una mayor intensidad en
dos de las características más importantes de un buen pacharán: aroma y color.
Porque la mayor parte de los aromas proceden de la piel y en el caso del color
el 100% y al ser más pequeñas las endrinas tendremos más cantidad de piel en el mismo peso en
comparación con las grandes.
Para
entenderlo sólo tenemos que pesar 200 gramos de endrinas pequeñas, 200 gramos
de endrinas gruesas y contar cuántas suman en cada caso. Peso 200 gramos de
endrinas relativamente pequeñas y cuento que son 146 endrinas. Peso las gruesas
y me encuentro con que sólo suman 80. Y está claro que a mayor
número de endrinas mayor cantidad de piel y, por tanto, más aroma y color.
Por
el contrario las gruesas en comparación tienen más pulpa y nos darán pacharanes
más ácidos y con menor grado alcohólico. Así que la conclusión es clara: elige
arbustos con endrinas pequeñas y obtendrás mejor color y menor acidez.
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