De nuevo disfruto de mi momento pacharán: sentado en el sillón, escuchando música y dando sorbos de mi copa de pacharán navarro. Muchos días, mientras disfruto de este momento de tranquilidad, pienso: qué bien vivo.
Y viene a mi memoria el sorprendente, inolvidable texto del escudo en una vieja fachada que encontré en Valpuesta, en el valle de Valdegovía: “Vive bien que has de morir”.
Una frase para la reflexión, sin duda. Podemos ver en él un consejo hedonista: disfruta la vida mientras puedas. Quiém sane, algún afortunado que, en aquellos difíciles años de la edad media, se podía permitir disfrutar de los placeres de la vida y que incluso hacía gala de ello transmitiendo su consejo a sus vecinos. Disfruta la vida. Vívela con intensidad.
Salgamos de dudas, pienso. Tecleo en google “vive bien que has de morir”, pulso “Voy a tener suerte” y vuelvo a sorprenderme con la eficacia del buscador. Aparece inmediatamente un artículo sobre escudos y veo la foto de la fachada que recordaba. Leo que fue la casa del inquisidor y, al parecer, el significado de la frase es una advertencia si no una amenaza: vive bien, cumpliendo las normas que yo marco, si no has de morir a manos de este tribunal de la inquisición.
Por qué será que siempre es mejor la verdad imaginada que la real. Doy otro sorbo de pacharán. Imagino que podríamos añadir esa explicación sin necesidad de amenazar con quitar la vida. Vive bien, disfruta la vida. Vive bien, actúa correctamente. Seguro que al final nos arrepentiremos de lo que no hemos disfrutado pero también del mal que hemos causado.
Dejo las reflexiones. Doy otro sorbo a la copa de pacharán mientras suena la música. Qué bien vivo.