Descracia


Sentado en mi sillón disfruto de lo que llamo mi momento pacharán: escucho música tomando mi copa de pacharán a pequeños sorbos, como a mí me gusta.
Y pienso que es curioso cómo puedo expresar diferentes estados de ánimo cuando tomo mi copa de pacharán. Hay quien me dice que me pongo melancólico, empeñado en que el aroma del pacharán me trae tantos recuerdos. Tengo por ahí un amigo que insiste en que me pongo poético. La familia, algunas tardes, me dice que me pongo simpático.
Hoy, sin embargo, me siento filosófico. Pero creo que, al menos hoy, no es cosa del pacharán: es que he pasado un rato leyendo las noticias y, entre ellas, leía comentarios de que en Italia, en Chipre, quizás en toda Europa, está fracasando la democracia. 
Saboreando un sorbo de pacharán recuerdo que fueron los filósofos clásicos los que le pusieron cracia a la política y las formas de gobierno. No, no es un error de escritura, es que le pusieron cracia: democracia, oligocracia, tiranocracia... porque en griego significa gobierno (gobierno del pueblo, gobierno de unos pocos…).
Creo que fue Platón el que inventó todo esto en su libro República. Y, según parece, la cracia que más gracia le hacía era la Aristrocracia. Claro, ahora cualquiera lee aquí gobierno de los aristócratas y se asusta pensando en Urdangarín de ministro de economía. Pero la cosa no es como parece: Platón llamaba aristocracia a algo bastante más filosófico y hasta más difícil de hacer realidad que a la Duquesa de Alba  presidenta de Gobierno. La aristocracia por él definida y defendida como la forma de gobierno ideal era el gobierno de los sabios y honrados.
¿Y cómo estamos nosotros? No sé, seguramente si nos viera ahora Platón no reconocería en nuestro gobierno una democracia tal y como él la pensó. Más lejos todavía estaríamos de su aristocracia: miro a quienes nos gobiernan y desde luego no los veo precisamente honrados, tampoco  creo que nadie los tenga por sabios.
Se me ocurre que si aplicamos lo que hace unos días escuchaba a un amigo en un bar, "esto es un timo", lo podríamos definir como timocracia. Y claro, un propio lo lee y piensa: vaya, si hemos inventado una nueva forma de gobierno. Pero qué va, este Platón era tan listo que se nos adelantó y también definió la timocracia. Eso sí, no logró describirla con tanta perfección como la que nuestros gobernantes han logrado desplegar.
Y, observando la deriva de nuestro sistema de gobierno, pienso que estamos avanzando hacia el desgobierno, eso que los filósofos griegos hubieran llamado descracia pero que para nosotros va a terminar siendo una desgracia.