Hoy
llego al bar a mi hora habitual y me sorprende encontrar tanta gente. Y me
alegro por el bar, sé que llegan mal a fin de mes por culpa del menor consumo
ocasionado por la crisis, aunque después veo con fastidio que los periódicos
están ocupados. Por eso cojo mi copa de pacharán y me voy al fondo de la barra,
allí sé que se amontonan números atrasados de revistas y periódicos.
Elijo
un periódico y comienzo a ojearlo sin
mirar la fecha. La verdad es que no parece muy atrasado, hasta las noticias de
primera página se parecen mucho a las actuales. Hablan de las reuniones dobles,
hasta triples, de algunos órganos de gestión de Caja Navarra.
Con la amabilidad que el último sorbo de pacharán ha dejado en mi boca consigo ve el asunto con otra perspectiva que me hace preguntarme si será acertada la indignación que ha causado este asunto. Porque también podíamos haber interpretado que lo que han hecho nuestros políticos es trabajar más, tal y como dijo el malogrado Díaz Ferrán, el expresidente (y probable futuro presidiario) que hizo célebre la frase de que los españoles tenemos que trabajar más y ganar menos. A eso estaban nuestros políticos por lo que se ve: como no les daba tiempo a sacar adelante el trabajo hacían varias reuniones cada mañana. Había quien comenzaba la mañana con el trabajo, pongamos, de presidente de Navarra, luego hacía una reunión de Dirección de Caja Navarra y, aprovechando que allí estaba, continuaban con otra de algún órgano de gestión: así ahorraba gastos de desplazamiento, entiendo. Y más tarde a seguir trabajando de presidente o de lo que hiciera falta, que por falta de ganas no iba a ser... Vamos, que entiendo que esto debe ser lo de los minitrabajos o minijobs que dicen que estamos importando de Alemania.
Con la amabilidad que el último sorbo de pacharán ha dejado en mi boca consigo ve el asunto con otra perspectiva que me hace preguntarme si será acertada la indignación que ha causado este asunto. Porque también podíamos haber interpretado que lo que han hecho nuestros políticos es trabajar más, tal y como dijo el malogrado Díaz Ferrán, el expresidente (y probable futuro presidiario) que hizo célebre la frase de que los españoles tenemos que trabajar más y ganar menos. A eso estaban nuestros políticos por lo que se ve: como no les daba tiempo a sacar adelante el trabajo hacían varias reuniones cada mañana. Había quien comenzaba la mañana con el trabajo, pongamos, de presidente de Navarra, luego hacía una reunión de Dirección de Caja Navarra y, aprovechando que allí estaba, continuaban con otra de algún órgano de gestión: así ahorraba gastos de desplazamiento, entiendo. Y más tarde a seguir trabajando de presidente o de lo que hiciera falta, que por falta de ganas no iba a ser... Vamos, que entiendo que esto debe ser lo de los minitrabajos o minijobs que dicen que estamos importando de Alemania.
Y
claro, viendo cómo trabajaban nuestros políticos entiendo que no criticaran a
Díaz Ferrán cuando dijo lo de trabajar más y ganar menos: con todo lo que
estaban trabajando no hubiera sido coherente criticarle. Cierto que se quedaron
con la primera parte de la frase, trabajar más, y olvidaron la segunda, ganar
menos, pero tampoco hay que aspirar a la perfección, digo yo.
Además
no pensemos que es una excepción, que tenemos la administración llena de casos
de políticos y asesores que dan ejemplo a los currelas juntando varios minijobs
de estos para sacarse un sueldecillo decente. Con lo estresante que es: empieza
la mañana en el negocio particular, sal corriendo para asesorar al concejal y
termina la reunión con tiempo de llegar a asesorar al consejero, director
general o ministro. Y no puedes dejar nada para mañana porque te toca consejo
de administración de alguna empresa (pública, semipública o nadapública desde
hace poco).
Una
pena que no cunda el ejemplo y que cada vez que se hable de minitrabajos o
minijobs protesten los sindicatos y los vagos esos del paro que, por lo visto,
siguen en el paro sólo porque no quieren trabajar. Más les valía fijarse en los
políticos y en lo bien que funciona lo de los minijobs. Porque, aunque tengas
que juntar unos cuantos, por lo que leo en el periódico al final terminas
llevándote a casa un salario decentillo.