Mientras
disfruto de mi copa de pacharán navarro en la barra del bar a pequeños sorbos,
como a mí me gusta, mi vecino de barra me cuenta que se han encontrado algunos
restos de arañones en las excavaciones de un puerto romano que demuestran que hace
2000 años ya se elaboraba pacharán. ¡Esto es la leche! es lo primero que
pienso. Claro, digo, no sería de extrañar: con las comilonas que se metían en
la antigua Roma lo más adecuado sería terminarlas con un copazo de pacharán
para mejorar la digestión.
Pero
tras la euforia inicial pienso que lo mejor es ser prudente: primero, porque no
parece la barra del bar el lugar más adecuado para la difusión de
descubrimientos arqueológicos que vengan a modificar la historia de nuestras
tradiciones. Segundo, porque nunca he visto en las películas romanas beber nada
que no fuera vino o alguna dosis de veneno y sería un desastre que estuvieran
equivocadas cuando en ellas baso gran parte de mis conocimientos históricos. Y
no me gustaría tener que poner en duda el saber adquirido tras tantas duras
jornadas de abnegada absorción cultural frente al televisor.
Toda
esta precaución me lleva a hacer una concienzuda investigación del tema
utilizando los últimos avances tecnológicos. Enciendo el iPad y, tecleando las
palabras adecuadas en google, enseguida llego al origen de esta nueva
interpretación de la historia del pacharán. La única fuente que habla de ello me lleva a
la web de un elaborador de pacharán que, supongo que para ampliar el rango
histórico habitualmente defendido por sus vecinos navarros, fundamenta la
presencia del pacharán en Irún por el hallazgo de varias endrinas "perfectamente
conservadas" durante las excavaciones del puerto romano de Oiasso (actual
Irún) que data de hace unos 2000 años. Y dejan caer que ello demuestra la
existencia del pacharán desde aquellos.
La
deducción es de lo más simple: las endrinas se utilizan para elaborar pacharán,
hemos encontrado endrinas en las excavaciones arqueológicas de los romanos y
con ello queda fundamentada la presencia del pacharán en la zona desde aquellos
años. Luego matizan que tampoco quiere decir que entonces ya se elaborara pacharán en lo que recuerda a aquel dicho de tirar la piedra y esconder la mano.
Pero
entonces, ¿qué es lo que realidad se ha descubierto? Sencillamente que hace
2000 años en la ribera del río Bidasoa ya había endrinos que dejaban caer parte
de sus frutos sobre el cauce del río. Alguno de esos frutos quedó enterrado en
el fango del puerto lo que favoreció su "perfecta conservación", que
me permito interpretar quiere decir que se conserva sólo el hueso. Y de esta
forma llegamos con nuestro afán de conocimiento y tras costosas excavaciones a
un gran descubrimiento: hemos hallado varios huesos de fruta que identificamos como
endrinas de hace 2000 años.
Por
lo tanto mantendremos el recuerdo de los romanos con sus jarras de vino y
continuaremos guardando como referencia histórica del arraigo del pacharán la
esgrimida por los navarros: que en 1441 la reina de Navarra tomó pacharán para
curar su dolor de estómago. Y no porque hayan desenterrado un hueso de endrina junto
a su tumba, sino por que así quedó escrito.