¿Por qué los endrinos son pequeños y redondeados?



Resulta muy interesante ver los endrinos durante el invierno porque, al no tener hojas, resulta visible toda la estructura de ramas y pinchos que forman para defenderse. Claro, podemos pensar, ¿para defenderse de quién?
Si observamos el hábitat de los endrinos resulta claro: ocupan los pocos terrenos que quedan disponibles: orillas de los caminos, ribazos de acequias y canales, lindes de pastos y bosques que no se roturan… Y en esas mismas zonas pastan ovejas y cabras que comen cuantas hierbas y plantas encuentran en su camino. ¿Se comerán los endrinos? Vemos sus ramas leñosas y sus pinchos y podríamos responder que no, que no se los comen porque se pincharían al intentarlo… Pero en realidad sí que se comen los brotes de los endrinos durante la primavera, las ramas y hojas tiernas que brotan durante mayo y junio y que no tienen pinchos.
El ganado se come todas las pequeñas ramas y hojas exteriores del endrino y, de esta forma, se convierte en un jardinero que va recortando todos los años los arbustos de dándoles una forma achaparrada, redondeada, y dejando prácticamente sólo las ramas leñosas y pinchos formados el año anterior.
Por eso, y especialmente durante el invierno, nos encontramos con los endrinos formando una especie de bola de espinos en la que, vemos claro, resultaría imposible meter la mano para coger una endrina sin arañarnos.