Nos
llega una nueva consulta de un pacharanero: “Recogí este fin de semana endrinas, de dos zonas diferentes, por lo
que unas están maduras y otras algo menos. Ambas están casi
completamente negras por fuera, pero unas están rojas ya por dentro y
otras están aún un poco amarillenta”.
Efectivamente
las endrinas de cada zona pueden tener una maduración diferente. Dependerá de
la ubicación de los endrinos (ladera más o menos soleada, zona con sombras de
árboles cercanos) pero también de cómo es el endrino ya que muchos tienen las
endrinas ocultas en su interior y en este caso en septiembre todavía podemos
encontrarlas muy verdes.
Sin
embargo todas tienen en común que la pulpa será verde cuanto no están suficientemente
maduras y algo amarillenta cuando ya han madurado. Pero entonces, ¿porqué
algunas endrinas tienen la pulpa roja? Esto no es una diferencia de madurez
sino de cómo hemos recogido y guardado las endrinas. Suele se habitual
recogerlas en una bolsa de plástico mientras damos un paseo por el campo,
incluso meterlas después en la mochila. De esta forma las endrinas se van
golpeando, a la vez se calientan si hace calor… y poco a poco se van
reblandeciendo, algunas se rajan soltando zumo… y como resultado de todo ello
el color rojo de la piel va manchando la pulpa hasta dejarla roja.
Hay
quienes, tras muchos años recogiendo endrinas de esta forma, entienden que la
pulpa roja es síntoma de madurez pero no es así: es simplemente síntoma de
“maltrato” de los frutos. Porque lo ideal es que lleguen a casa enteros, sin
golpear, con la capa azulada de la pruina intacta y su interior, la pulpa, algo
amarilla o todavía verdosa.
Pero
tranquilos, podemos usar para hacer nuestro pacharán estas endrinas algo golpeadas
y de pulpa roja, aunque siempre será mejor mimarlas un poco y recogerlas en una cesta para que lleguen a casa en perfecto
estado.