Llevaba unos días buscando información acerca del sloe gin con la idea de prepararlo y después escribir una entrada cuando, casi sin darme cuenta, me quedé enredado leyendo acerca de la ginebra. Primero por la sorpresa de su origen, luego por la increíble historia de su primeros 200 años.
Y es que hoy todo el mundo conoce la ginebra: el
espirituoso de moda, omnipresente en su combinación con tónica. Todos la
conocemos y la relacionamos con Inglaterra, de hecho la vemos tan ligada a
Inglaterra como el Whisky a Escocia. Sin embargo a poco que indagamos sobre ella (wikipedia) en seguida nos encontramos con que su origen está en Holanda. Es
allí donde, en 1650, el médico y científico
Franciscus De Le Boë Sylvius, más conocido como Dr. Sylvius, comienza a
elaborarla. Pero si nos sorprende su origen, quizás lo haga un poco menos la
razón de su creación: y es que el señor Franciscus trataba de hacer un medicamento para
solucionar dolores de estómago y riñón. Un poco tarde, a nuestro juicio, cuando
el pacharán ya era popular en Navarra desde antes de 1441 y con una eficacia
más que probada para los dolores de estómago.
Retrato de Franciscus Deleboe Silvius |
Y una vez metido en la historia, y aún a riesgo de lo extraño de escribir acerca de la ginebra en un blog de pacharán, no puedo evitar continuar contándoos todo lo que me he ido encontrando.
El caso es que Franciscus estaba empeñado en aprovechar las conocidas propiedades medicinales del enebro para elaborar un medicamento. Se sabía desde antiguo (Dioscórides ya escribió sobre ello en el siglo I) que la baya del enebro elimina la formación de gases y favorece la digestión (como las semillas de anís) pero también que tiene propiedades diuréticas que lo convierten en apropiado para tratar un buen número de enfermedades: hipertensión, cálculos renales…
El caso es que Franciscus estaba empeñado en aprovechar las conocidas propiedades medicinales del enebro para elaborar un medicamento. Se sabía desde antiguo (Dioscórides ya escribió sobre ello en el siglo I) que la baya del enebro elimina la formación de gases y favorece la digestión (como las semillas de anís) pero también que tiene propiedades diuréticas que lo convierten en apropiado para tratar un buen número de enfermedades: hipertensión, cálculos renales…
Entre estas enfermedades encontramos la gota,
una enfermedad que, gracias a la cultura histórica adquirida de la cantidad de
películas ambientadas en aquellos años que hemos visto, sabemos que era una de
las enfermedades más habituales y dolorosas en la época, sobre todo entre las
clases pudientes. La enfermedad es causada por la acumulación de cristales de
sales de ácido úrico en las articulaciones, lo que causa serios dolores. Estas
sales se forman al no eliminar suficientemente la urea y afectaba sobre todo a
personas sedentarias, obesas, que realizan poco ejercicio y que consumen mucha
carne roja… algo que retrataba a las clases pudientes de la época.
Representación de la gota: inlamación articular y mucho dolor |
¿La solución? Muy sencillo: eliminar urea
orinando más. De ahí que Franciscus se basara en las propiedades diuréticas del
enebro para obtener su aceite esencial y utilizarlo como medicamento, seguro de
su fácil venta a gentes de alto poder adquisitivo.
Rama de enebro. Las enebrinas (frutos que reciben el nombre de gálbulas) tardan en madurar entre 5 y 20 meses por lo que conviven gálbulas en distintos estados de maduración. |
Pero se encontró con un obstáculo: el aceite
esencial del enebro es tremendamente amargo y, por ello, muy difícil de
administrar a los enfermos. Para facilitar su ingesta siguió el tradicional
método usado en la elaboración de jarabes medicinales: destiló el aceite
esencial con una base alcohólica que posteriormente endulzó con azúcar. Y
fíjate: mientras el bueno de Franciscus pensaba que estaba descubriendo un
jarabe milagroso resulta que, si darse cuenta, en realidad inventaba el
producto que con el tiempo se convertiría en seña de identidad inglesa.
Al tónico digestivo lo denominó genever a
partir del nombre francés del enebro, genièvre. El preparado tuvo un éxito inmediato, ayudado sin duda por
los rumores de que se trataba de una cura milagrosa. El éxito llamó la atención
de la empresa Bols que rápidamente sacó una versión comercial del tónico para
convertirse en la primera marca de ginebra.
Pocos años más tarde, en 1663, había numerosos destiladores holandeses
produciendo ginebra: sólo en Ámsterdam sumaban 400 elaboradores. La fórmula comercial
consistía en la redestilación de un aguardiente de malta o vino con enebro y,
aunque inicialmente se vendiera en las farmacias, pronto se popularizó su consumo
como licor.
Evolución de la marca Bols |
Pero habíamos dejado la ginebra casi recién
descubierta en Holanda… ¿cómo llega a convertirse la genever holandesa en el
gin inglés? También es ésta una curiosa historia, aunque la dejaremos para
contarla en otra entrada.
Así que atentos a la continuación que lo más interesante de la sorprendente historia de la ginebra aun está por llegar: pulsa el enlace y sigue descubriéndola.
Así que atentos a la continuación que lo más interesante de la sorprendente historia de la ginebra aun está por llegar: pulsa el enlace y sigue descubriéndola.